La restauración ecológica se define como el proceso de alteración intencional de un hábitat para establecer un ecosistema definido, natural e histórico local. El objetivo de este proceso es imitar la estructura, la función, la diversidad y la dinámica del ecosistema original según la Society of Ecological Restoration.
El proceso de restauración es inducido por el hombre para recuperar las condiciones ambientales (vegetación, flora, fauna, clima, agua, suelo y microorganismos) de un ecosistema perturbado; el cual debe contemplar la combinación de múltiples conocimientos científicos sobre la ecofisiología de las especies vegetales, las características del suelo, la dinámica de los nutrimentos en el mismo, la historia natural de la localidad, el uso de suelo tradicional, el impacto de la transformación del sistema en las comunidades humanas que lo aprovechan y la importancia económica y social potencial de las especies nativas, entre otros. El principal objetivo es generar como resultado un sistema altamente diverso y similar, en cuanto a composición y estructura, al original. Este sistema debe ser auto sustentable no solo en términos ecológicos, sino también sociales, al constituir una fuente de recursos económicos para las comunidades aledañas y al ser explotado por estas de manera racional, garantizando así su conservación.
Asimismo, empieza a reconocerse este término dentro del mundo de la cocina. En restauración ecológica, una buena parte de los ingredientes que se utilizan son procedentes de la agricultura ecológica. En concreto, se considera restauración ecológica a aquellas recetas de cocina que poseen un veinte por ciento de productos ecológicos, es decir, que son de temporada y que no se han utilizado sustancias químicas sintéticas durante su cultivo y elaboración.
Restauración ambiental.
La restauración ambiental es un proceso de asistencia instrumentado y dirigido por el ser humano para disminuir o mejorar las condiciones de degradación, daño o destrucción de los ecosistemas, con la finalidad de conducirlos a un estado arbitrariamente escogido –
denominado sistema de referencia– y que se considera presenta mejores condiciones ambientales. Las actividades de restauración surgen por la necesidad de mejorar una condición ambiental que no satisface un conjunto de necesidades y valores humanos.
Históricamente, México ha carecido de una política nacional de restauración ambiental. Desde principios del siglo xx las acciones se han limitado sobre todo a la reforestación y, en menor medida, a la recuperación del suelo; los ecosistemas acuáticos han sido muy poco atendidos, y en consecuencia los resultados son muy dispares y en general precarios. A partir de los años noventa se ampliaron los enfoques y en diversos programas se incluyeron propuestas para favorecer la diversificación y la integración de las actividades de conservación con las de restauración. Sin embargo, todavía falta una planeación integral, multidisciplinaria, intersectorial y de largo plazo, que incorpore por completo la recuperación de la composición, estructura y funcionamiento de ecosistemas terrestres y acuáticos alterados, de especies amenazadas o en peligro de extinción, y la mejora y mantenimiento de elementos críticos de los ecosistemas. A pesar de los avances, aún es necesario fortalecer las capacidades nacionales para la restauración, para convertir este tema en una prioridad en la agenda nacional y ampliar su visión y ámbito de acción.
Que tal compañero tu información esta de lo mejor me parece que esta mejor que la anterior que subiste bueno pues sin más que agregar me despido, atte.: Cándido Cueto R.
ResponderEliminarHola compañero tu informacion me parese muy interesante erpero sigas asi eso es todo de mi parte ELISELDA GUZMAN COHETERO DEL 4C
ResponderEliminarCompañero tu informacion siempre es muy interesante pero nunca olvides colocar imagines para enriquecer la informacion y hacerla llamativa. Se despide tu compañero Pedro Chinchurreta Prieto de 4B.
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